2020; AÑO DE LEALTADES

103122 0

Comienza el año 2020, y con ello se prepara la alfombra roja de la antesala política en Sinaloa.

Actores y actrices comenzarán a mencionarse en las redes sociales y comentarios de café, suspirarán por cargos de elección popular algunos que si tienen posibilidad, otros y otras que son ya revelación política, quienes nunca han podido pero se aferran a querer ser, los de siempre, las sorpresas, quienes dan risa.

Un año que nos prepara para lo inevitable, el proceso electoral 2021 y con ello sus definiciones, no solo de quienes aspiran sino de todo el Estado que tiene que ver con lo político.

En este 2020 veremos como se reagruparán los bloques de siempre, como se configura nuevamente la administración pública y para donde apuestan los intereses personales de cada individuo; divisiones dentro del mismo partido, alianzas entre estas divisiones, grupos, sub-grupos y grandes sorpresas.

Sin embargo ante ésta configuración de piezas hay algo que no podemos evitar pensar, que el 2020 además de los movimientos entendibles de la coyuntura electoral las deslealtades van a presentarse, las incomododas deslealtades.

Y es que la política poco a poco ha perdido su prestigio debido a este fenómeno, la búsqueda por las posiciones ha generado que veamos el ejercicio democrático no solo en sinaloa, sino en todo el mundo como una lucha incesante por alcanzar el poder, sin escrúpulos y sin valores. Y es en éste último concepto donde dejamos la lealtad a quienes nos han dado la mano para abrir paso al interes personal.

Explicaciones sobran para justificar una deslealtad, pero a pesar de esto, nunca dejará de ser eso, un acto desleal.

¿O es qué acaso tenemos tanto interes en cambiar el mundo que realmente vale la pena cometer esta traición?

Con ello no quiero decir que esta respuesta sea solo única y que no haya intereses genuinos de personas por generar algún cambio, o simplemente con el deseo de moverse de grupo o de proyecto porque donde está, siente que no encaja. Pero, son contadas las excepciones aun que existen y por supuesto que éstas si son justificables, son parte del eslabón democrático.

Es por esto, que el motivo de esta columna de opinión es invitarles a redifinir nuestra lealtad. Con quien la tenemos y con quienes debemos ser agradecidos. Finalmente nadie construye solo su carrera política, siempre hay alguien detrás, al lado o enfrente que nos impulsa, motiva o nos apoya para contruir el camino, quienes al final se quedan solos es porque simplemente jamás entendieron ésto y su egocentrimo le hizo creer que construyeron todo solos, con su virtud y perfección; tema para otra columna.

Este 2020 es buen año para ser leales, también con nosotros mismos, no estar por estar en un solo lugar sino entender que si no nos sentimos cómodos en dónde estamos es tiempo de tomar nuevos aires con responsabilidad, siempre saliendo por la puerta de adelante.

Hágamos que este 2020 sea el año de la lealtad para dignificar la política, política no negocio. Leales a quienes nos han dado una factura en blanco, liquidarles y no abandonar este compromiso hasta que éste quede consumado, que al final, la política se fortalece así, haciendo y cumpliendo acuerdos.

Jamás ser leales al poder, sino a los otros y a nosotros. Porque la lealtad no significa necesariamente una paga, sino una condicionante de servicio y convicción para fortalecer nuestra vida y fortalecer a los otros aún si el otro no corresponde.

Considerémoslo.

Nos vemos en la próxima. Twitter: @MiguelVicenteR