
Los Mochis, Ahome, Sinaloa.- Parece una película, pero no lo es.
Más bien, es más de lo mismo, en la administración actual de la 4T: parafernalia para adornar acciones comunes, incluyendo su propio sistema de comunicación.
Lo de hoy, ya se había visto antes. Ideas de una mente de farándula, pero con otros protagonistas, antagonistas, arlequines, bufones y comparsas.
La primera vez ocurrió en tiempos de lluvias del 2019, cuando el munícipe se enfundó impermeable, calzó botas de hule y salió en estampida disque a rescatar gente a campos pesqueros inundados. Pero cuando arribó en su camionetón cuatro por cuatro, el nivel del agua apenas le sobrepasaba los dedos gordos de ambas “patas”.
Y se tomó la foto, cargando en brazos, sobre su regazo, un bebé.
Y así, lluvia tras lluvia, fuese ligera brisa hasta intensa, repitió la parafernalia, siempre acompañado de sus cronistas.
Y esta tarde de jueves, la ocasión era propicia. Había un enemigo a la vista, el covid-19, y un escenario de pandemia, aunque sin casos comunitarios y sólo con un paciente importado y bajo control, y con todos los filtros de contención dispersos en carreteras, puertos, aeropuertos y estaciones de ferrocarril por la Secretaría de Salud.
Sin estado de emergencia en puerta, y en fase uno, en salud pública, la mente bojiganga municipal urdió su guion en la película Escuadrón Chapman contra el Covid-19
Así, creo el uniforme ideal: mono blanco desechable, pero sin capa, tapabocas y no máscara para ocultar la identidad, guantes de látex de un solo uso para ocultar las uñas, pues como ya se sabe, los incondicionales del alcalde las tienen largas.
Como armas, llevaban botellas salseras llenas de desinfectante al 70 por ciento de alcohol, y folletos contra lo que parecía pretendían exterminar, el covid-19.
El escuadrón se trepó a los vehículos oficiales. En convoy desfilaron por las calles de la ciudad, habiendo partido plaza desde la policía. Iban ufanos, realizados, casi casi tirando besos al por mayor, como las reinas de carnaval. Solo les faltó un tutu y usar las sentaderas como ventosas y colocarse en el capó.
Así llegaron a la colonia, se apearon, en formación de tres columnas, caminaron a paso veloz, como los alguaciles en las películas de vaqueros.
La gente al verlos, buscó poner pies en polvorosa pues habrían de rememorar que se sintieron como en la película “Los Cazafantasmas”, pues aquellos seres de blanco parecían comparas de la “Guerra de las Galaxias” o de “La Guerra de los Mundos”. Petrificados por la impresión, no lograron reaccionar a tiempo.
Modositos y en modo “flojito y cooperando”, los colonos aceptaron las explicaciones y recibieron la botella salsera llena de gel desinfectante.
Cumplida la misión, y escupiendo por un lado, el Escuadrón Chapman se montó en las camionetas y enfiló a otra colonia, a otra y luego a otra.
Atrás de ellos quedo la impresión de que estaban más zafados que una chiva en galería.
Información de Luis Najera