Productores del norte de Sinaloa advierten con tomar aduanas ante el abandono del campo: “Nos obligan a endurecer las acciones”

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Acusan falta de respuestas del gobierno federal y preparan bloqueos fronterizos el próximo 3 de noviembre

Los Mochis, Sinaloa.– La paciencia del campo mexicano está llegando a su límite. Productores agrícolas del norte de Sinaloa anunciaron que endurecerán sus acciones de protesta a partir del lunes 3 de noviembre, con la toma de aduanas en distintas fronteras del país, ante la falta de atención del gobierno federal a sus demandas.

Baltazar Valdez Armentía, dirigente de Campesinos Unidos de Sinaloa, confirmó la medida tras un encuentro con agricultores de Guasave y Sinaloa municipio, quienes desde hace tres días mantienen tomada la caseta de Cuatro Caminos, como parte de las movilizaciones que han venido creciendo en la región.

“Nos están orillando a ejercer una presión más efectiva. Hemos buscado diálogo, pero no hay respuestas concretas. No hay una política seria de apoyo al campo ni precios justos para las cosechas. Ya no se puede vivir con la indiferencia del gobierno federal”, reclamó Valdez Armentía.

El líder agrícola advirtió que las aduanas son puntos neurálgicos del comercio entre México y Estados Unidos, y su bloqueo podría generar una reacción inmediata de ambos gobiernos.

“Estados Unidos le va a reclamar al gobierno de México por qué no está permitiendo el intercambio comercial, y eso implica millones de dólares. Si apretamos en ese punto, muy seguramente nos atienden, porque va a haber presión del gobierno americano”, señaló.

Sin embargo, el dirigente aclaró que no se busca la intervención extranjera, sino provocar la atención que el campo mexicano ha dejado de recibir por parte de su propio gobierno.

“Somos nacionalistas cien por ciento. Defendemos la producción de alimentos, lo que sostiene al país. No queremos intervención de Estados Unidos, queremos soluciones del gobierno mexicano”, subrayó.

El Frente Nacional por el Rescate del Campo Mexicano, que agrupa a productores de varios estados, busca con esta medida elevar el nivel de presión ante la falta de diálogo y sensibilidad institucional.

En medio de un panorama de abandono, el campo exige respuestas antes de que las protestas crucen los límites de la paciencia. Lo que comenzó como una toma de casetas podría convertirse, si no hay respuesta federal, en una crisis nacional de abastecimiento y legitimidad para un gobierno que ha preferido mirar hacia otro lado mientras el campo se seca de desesperación.