Erika Sánchez condenó de manera firme y categórica los hechos de violencia, discriminación y segregación contra la mujer que se dan en Culiacán.

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Con respecto a los feminicidios de dos menores de edad originarias de Culiacán, mismas que fueron golpeadas brutalmente y calcinadas cerca del ejido los Huizaches, hago una enérgica condena a este y cualquier acto que atente en contra de los derechos, seguridad y vida de las niñas y mujeres sinaloenses.

Derivado de estos acontecimientos, Liliana Pimentel, Procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema DIF Culiacán, llevó a cabo declaraciones revictimizantes emitidas el día 9 de septiembre, acerca del sensible fallecimiento de las menores, declarando que su muerte era causada por el nivel de estudios, estrato económico y el ambiente familiar de dónde provenían las jóvenes que describió como “ingobernables”, declaraciones que se llevan a cabo ante una falta de capacitación en materia de derechos humanos y perspectiva de género.

Dichas declaraciones levantaron una manifestación por parte de un colectivo de mujeres en el ayuntamiento de Culiacán para exigir la destitución de la servidora pública en comento el día 10 de septiembre alrededor de las 5:00am (hora local) y a las 5:13am 3 de ellas fueron detenidas, incomunicadas, intimidadas y liberadas casi tres horas después, criminalizándolas con una multa de $878 cada una.

Tales detenciones han llamado la atención de organizaciones como Amnistía Internacional, que a través de su cuenta verificada en Twitter la organización manifestó que “Hoy al menos tres mujeres fueron detenidas en #Culiacán tras ejercer su derecho a la protesta contra la violencia que sufrimos las mujeres a diario. Nos preocupa que en México se esté instalando un patrón de detener a las mujeres que protestan como forma de control social”, sentenció la organización internacional.

Desde mi trinchera, hago un llamado al Honorable Ayuntamiento de Culiacán y a las autoridades operadoras de justicia así como a todas las autoridades involucradas, primero, para que se esclarezca el feminicidio de Andrea y Brenda y no quede impune este delito, queremos justicia; segundo, exhorto a la actuación del servicio público apegado a los derechos humanos, con perspectiva de género y sensibilidad ante una situación tan dolorosa para todo Culiacán; tres, a que no se vulnere el derecho de protesta que tenemos todas las mujeres y ciudadanos; cuatro, que se garantice nuestra seguridad y contemos con las garantías para ejercer plenamente nuestros derechos.

Condeno de manera firme y categórica todos y cada uno de los hechos de violencia, discriminación y segregación que pretendan vulnerar o vulneren los derechos de las mujeres culiacanenses o de cualquier otro ciudadano, hago un llamado para que mujeres y hombres combatamos la impunidad, exijamos justicia para que no se queden los delitos olvidados entre mil carpetas, es momento de hablar de nuestra realidad, de hacerla visible, de denunciar y trabajar de la mano por un cambio cultural, nos queremos libres, nos queremos vivas.