POLÍTICA DESDE LAS CENIZAS

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Los fenómenos sociales derivados de las luchas sociales como el feminismo, el matrimonio igualitario, el aborto, la legalización de la cannabis entre otros, tienen en su génesis en particular. Y es que todos ellos tienen poca o nada de esperanza en que la política tradicional les brinde una solución o les plantee una respuesta ante sus demandas muy a pesar de lo enérgica que sea su protesta.

Y es que nuestro sistema político como lo conocemos, es el producto de mutaciones y de adopciones de modelos que ya se encuentran agotados, dónde la única alternativa para quien lucha por estas causas progresistas; es manifestar su malestar a tal grado de llegar al extremismo.

La crisis de la política tradicional, también es aprovechada por populistas que ofrecen alternativas prontas a problemas crónicos con fines electorales, pero que al final al no poder dar respuesta solo reproduce este malestar haciendo todavía peor el sentimiento de rechazo ante lo político por parte de la ciudadanía.

Por ello, las nuevas figuras de la antipolítica tampoco son la solución, pues a pesar de ser un reflejo de lo que se necesita para un cambio radical, solo son una antítesis estéril que no garantiza alternativas de cambio. Es decir más de lo mismo.

Por ello es que hoy en día podemos atestiguar como es que son cuestionados los movimientos sociales y como es que las nuevas alternativas políticas no sólo no ofrecen una solución, sino que desacreditan tales manifestaciones etiquetándolas de que solo quieren desestabilizar al poder.

Ante esta negligencia social, los colectivos han recibido apoyo de la ciudadanía, inclusive afirmando “que lo quemen todo” -por ejemplo- que es una frase que hemos escuchado haciendo alusión a que la ciudadanía -aunque con versiones encontradas – manifiesta su apoyo a los grados extremos al que llegan los movimientos por la omisión de los gobernantes.

Y es que partiendo de esta hipótesis, y de que los gobiernos que prometen un cambio terminan siendo más de lo mismo, es necesario replantearnos si queremos seguir parchando la política que hoy conocemos, o es necesario “quemar todo” para que una nueva política surja desde las cenizas.

Hipotéticamente hablando, por supuesto.

Es preciso que estas cenizas surjan nuevos liderazgos, ya que los que existen se resisten a los cambios del mundo, no solo los que tienen que ver con dogmas sino que incluso atentan con los transformaciones del mismo ser humano y hasta los que tienen que ver con el cambio climático. Para todos ellos existe una resistencia natural por creencias, por status quo o por mero cerrazón.

Lograr que una política surja desde las cenizas nos puede dar la esperanza de tener un espacio donde las nuevas ideas quepan y se pueda construir un mundo acorde a los tiempos que vivimos, más justo, más igualitario, más humano.

Nos vemos en la próxima.

Twitter: @MiguelVicenteR